La actriz Charlize Theron se ha convertido en la última década en toda una experta en películas de acción. Desde que se consagrara con esa Furiosa rapada en Mad Max: Furia en la carretera, a la que han seguido sus interpretaciones en Atómica o la reciente La vieja guardia, la sudafricana se ha ganado el título de heroína de acción, demostrando que las mujeres pelean tan bien o mejor que los hombres.

Sin embargo, la actriz no siempre fue una mujer de acción en la que los directores y productores de turno confiaran con los ojos cerrados. En 2003, Theron protagonizaba junto a Mark Wahlberg, Edward  Norton y Jason StathamThe Italian Job, remake dirigido por F. Gary Gray del clásico de los 60.

En ella, se metía en la piel de una experta en abrir cajas fuertes e hija de un habilidoso ladrón (Donald Sutherland), que se veía involucrada en un robo con Mini Coopers por los atascos de Los Ángeles.

Tal y como recoge IndieWire, durante un panel de la Comic-Con el pasado viernes la actriz se refirió al rodaje del filme y aseguró que tuvo que entrenar para la película seis semanas más que sus compañeros hombres. “Me di cuenta de que aún había muchas ideas equivocadas sobre las mujeres y el género”, ha asegurado aludiendo a la industria: “Aunque en esa película la acción se concentra en los coches, tuvimos que hacer físicamente muchas de esas escenas”.

“Había presión real para sacar adelante esas secuencias de acción con los actores… Y hubo un proceso muy injusto que trajo eso”, ha recordado: “Yo era la única mujer entre un montón de hombres, recuerdo muy bien recibir el calendario de nuestra preproducción y me habían programado seis semanas más de duro entrenamiento que a ninguno de ellos. Fue insultante”.

La actriz ha recalcado que esa discriminación la motivó aún más para demostrar su valía: “Pensé: ‘Vale, queréis jugar a este juego, vamos allá’. Me propuse superar a todos esos tíos. Recuerdo muy bien cómo Mark Wahlberg, a mitad de una de nuestras sesiones de entrenamiento.