Las normas del Departamento de Energía de Estados Unidos han entrado en vigor, obligando a los estadounidenses a despedirse de los focos incandescentes.

Las nuevas normas del Departamento de Energía han establecido estándares más estrictos de eficiencia para los bombillos utilizados en viviendas y negocios en Estados Unidos. Esto implica que los focos incandescentes y los de halógeno, que no cumplen con los estándares, serán prohibidos, así como también la importación de bombillos menos eficientes.

Aunque estas normas han sido criticadas en el pasado por los conservadores, esta vez no ha habido mayor oposición, posiblemente debido a que tanto las empresas como los consumidores ya se han adaptado y acostumbrado a usar focos más eficientes, como los bombillos LED.

Los avances en la tecnología LED han permitido reducir los precios y mejorar la calidad de estos bombillos, lo que ha llevado a un aumento significativo en su uso. Entre 2015 y 2020, el porcentaje de viviendas en Estados Unidos que reportaron el uso de bombillos LED se multiplicó más de diez veces, pasando del 4% al 47%, según la Administración de Información sobre Energía.

Las normas también tienen beneficios para el medio ambiente, ya que se proyecta que reducirán las emisiones de carbono en aproximadamente 222 toneladas métricas en los próximos 30 años, y los consumidores estadounidenses se ahorrarán unos 3.000 millones de dólares anualmente, según cálculos del Departamento de Energía.

Con esta transición hacia focos más eficientes, los estadounidenses podrán disfrutar de una iluminación más sostenible y ahorrar energía y dinero a largo plazo.