Durante años, Edward Snowden trabajó como contratista para la NSA y otras ramas de la inteligencia estadounidense, donde denunció actividades ilegales como la monitorización de conversaciones telefónicas sin el consentimiento o el conocimiento de los vigilados; la recopilación de grandes cantidades de información sobre individuos basada en la conducta personal,  el hackeo de ordenadores y dispositivos móviles a voluntad, etc 

Desde el 2020, Edward solicitó la ciudadanía rusa y la semana pasada se la concedió el presidente Vladimir Putin. Esto causó una respuesta indignada por parte de los estadounidenses que sospecharon de sus motivos porque podría estar apoyando al gobierno ruso (o simplemente buscando escapar). 

La historia de este personaje se hizo conocida cuando en 2016 se estrenó la película »Snowden» basada en su relación con las acusaciones que ahora le persiguen. Edward negó tener alguna especie de intervención en el gobierno ruso y asegura que solo busca mantener a la familia unida ya que tiene un hijo nacido ciudadano ruso