El país se estremece ante el brutal asesinato de Angelita Meraz León, una incansable buscadora de desaparecidos en Baja California. La valiente activista, quien llevaba desde 2018 dedicada a la búsqueda de su propio hermano desaparecido, fue vilmente baleada en su propio salón de belleza.
El crimen ha sacudido los cimientos de la comunidad de derechos humanos y activistas en México, evidenciando una vez más los riesgos mortales que enfrentan aquellos que se atreven a desafiar la impunidad y la violencia. La pérdida de Meraz León no solo es una tragedia personal para su familia y seres queridos, sino también un golpe devastador para la causa de la justicia y la verdad en el país.
El presidente Andrés Manuel López Obrador afirma que se ha identificado al presunto responsable del horrendo crimen, aunque asegura que no está relacionado con el trabajo de la activista. Sin embargo, la indignación y la incredulidad inundan a quienes conocían la dedicación y valentía de Meraz León en su incansable búsqueda de justicia.
El brutal asesinato de Angelita Meraz León es un sombrío recordatorio de la violencia desenfrenada que asola a México y del costo humano de la lucha por la verdad y la justicia. Su sacrificio no será olvidado y solo avivará la determinación de aquellos que continúan su batalla por un país más seguro y justo para todos.