Estamos a punto de elegir y te encuentras con que el candidato o candidata de tu preferencia está siendo acusado de algo muy desagradable. Empiezas a dudar ¿lo doy o no le doy mi voto?

Esa es la intención de la guerra sucia, orquestada por maestros del engaño que pueden hacer dudar hasta al más conocedor. Sin embargo, hay algunas pistas que te pueden servir para desenmascarar un ataque que busca sólo infundir miedo y no informar.

Aquí te los pasamos.

1.- Escucha el tono del mensaje: ¿La persona que habla tiene la voz distorsionada? ¿Está de espaldas? ¿No da la cara? La mayoría de los ataques de guerra sucia tiene esa característica, presentan a personas con el rostro oculto o la voz distorsionada según ellos para proteger su identidad de algún ataque. En realidad se protegen de ser denunciados ante la autoridad por difamación y de paso dan una sensación más siniestra que ayuda a infundir miedo.

2. ¿Es una fuente confiable? Muchos de los ataques funcionan como noticias falsas, en las que un supuesto medio de comunicación presenta una nota periodística simulada en la que atacan a un candidato o candidata. Si ves una publicación, primero debes preguntarte: ¿alguna vez había yo escuchado hablar de este medio? ¿Qué tan confiable es?

3.- ¿Viene de alguien que conoces? También es importante, antes de abrir un video o un documento, que te preguntes: ¿Me llegó de un celular que no conozco o de un amigo que no recuerdo? Si la respuesta es afirmativa, es muy probable que no sólo te vayas a exponer a una pieza más de guerra sucia, sino que también te arriesgues a que un virus informático dañe tu equipo.

4.- ¿Es siempre negativo? Por más que los expertos en el engaño de una guerra sucia lo intenten, nunca podrán evitar este error: sus videos y noticias falsas terminan siendo siempre negativos. Un buen trabajo periodístico siempre busca los diferentes ángulos, dar la oportunidad al criticado de defender su opinión o de aclarar acusaciones falsas. Si lo que tienes enfrente busca sólo dañar, nunca permitirá una explicación o un derecho de réplica del afectado.

Ahora que ya lo sabes, ten cuidado con la información mentirosa de la guerra sucia, razona bien tu voto, y acude a la elección con alegría y no con miedo. La democracia siempre será una fiesta.