El excéntrico diseño, a cargo del ex esquiador olímpico mexicano, Hubertus Von Hohenlohe, está basado en en una de las tradiciones más emblemáticas del país: el Día de Muertos.

“Me inspiré en lo que vi en un viaje a San Miguel de Allende. Hice algo muy mexicano, de tradición y muy bonito. Pero también es loco, divertido; si no, nadie nos mira”, declaró el fotógrafo, atleta y diseñador, en entrevista para MedioTiempo.

 

Con un fondo negro y los estampados de calaveras por todo el cuerpo, esta equipación garantiza que los representantes de nuestro país se robarán las miradas sobre la nieve de Pyeongchang, ciudad sudcoreana sede de esta edición.

Además de los uniformes para competencia, Hohenlohe creó una sudadera para la delegación, que comparte las mismas características y resalta por la calavera, parecida a una de azúcar, al centro tanto en del pecho como de la espalda.

Esta no es la primera vez que Hubertus innova en la competencia olímpica invernal; en la edición del 2014 (Sochi, Rusia), el esquiador ideó y utilizó un uniforme que simula el atuendo de un mariachi. ¡Pura tradición!