En promedio, un caminante puede recorrer 25 km en un día, aunque Nacho Dean, el español que viajó por el mundo a pie, afirma que avanzaba una distancia similar a la que puede alcanzar un caballo sano: 45 km por día. Sobre tierra, no hay manera de recorrer más de 100 kilómetros diarios sin la ayuda de un vehículo motorizado. En la época de la colonia, el trayecto entre Sevilla y Veracruz (de aproximadamente 8700 km) demoraba, mínimo, tres meses y medio; hoy el vuelo sin escalas más largo del mundo va de Qatar a Nueva Zelanda y recorre 14 535 km en 17 horas y media.

La locomotora, el automóvil y el avión nos acercaron en el tiempo a los rincones más distantes del mundo, pero la verdadera revolución en viajes vino desde que el Internet comenzó a darnos todas las opciones disponibles de trayecto, hospedaje y destino al instante. Los medios de transporte no han cambiado mucho en los últimos 20 años, pero la manera en que hoy planeamos, nos movemos, hospedamos y vivimos un viaje es completamente distinta.

Antes ibas a una agencia, ahora eres tu propio agente

Hoy cualquier persona puede acceder desde casa y sin ningún intermediario a las mejores ofertas en vuelos, hospedajes y transporte. A través de apps puedes conseguir un aventón o dónde dormir sin recurrir a un proveedor: simplemente te conectas con otros usuarios que ofrecen lo que tú buscas. Organizar un viaje tú mismo es tan rápido y sencillo, que es probable que a las agencias de viaje les depare el mismo destino que a los video clubes.

Antes te decían qué visitar, ahora tú decides a dónde ir

Ya terminó la época en que los viajeros visitaban los lugares señalados en la guía de turistas. Hoy cualquier persona con acceso a Internet tiene un mapa completo de la ciudad donde está parado. Si quieres hacer un itenerario de viaje, puedes usar herramientas como OneNote, un cuaderno de notas digital para registrar cada uno de tus pasos. No importa si no tienes Internet, toda la información se respalda en la nube. En resumen, para un viajero contemporáneo el reto más grande consiste en decidir a dónde ir y cómo llegar, y si tiene dudas, siempre puede usar una app para contactarse con alguna persona local dispuesta a ayudarle.

Antes trabajabas para viajar, hoy viajar puede ser un trabajo

Mientras unos trabajan todo el año para costearse los viajes, otros los han convertido en el medio para ganarse la vida. Cientos de jóvenes recorren el mundo tomando fotos y haciendo reseñas de sus experiencias, lo que a su vez les permite ganarse patrocinios para seguir viajando. Desde la fotografía digital, los rollos para las cámaras dejaron de ser una limitante, hoy puedes respaldar todas tus fotografías y videos con 1TB que tiene OneDrive. Seguro la vida de los influencers también tiene sus dificultades, pero sin duda muchos las tomaríamos en vez de los problemas cotidianos de la gente que despierta siempre en el mismo lugar.

Antes viajabas para desconectarte del mundo, hoy quieres estar conectado en todo momento

A menos de que planees hospedarte en un retiro para tratar la adicción al Internet, viajar sin estar conectado no es una opción en estos tiempos. Ya sea por trabajo, por seguridad o por el mero gusto de compartir tu experiencia en redes sociales, siempre buscamos mantenernos en línea. Para cubrir esta necesidad de vivir el momento sin aislarnos de nuestra realidad digital, existen plataformas de apoyo comoMomentumms, la cual te da acceso directo a notas, videos, entre otros, para conocer los beneficios de las aplicaciones de Office 365 y encontrar todo lo que necesites para emprender, organizar tus actividades, planear y seguir viajando.

Antes vivías tu viaje, ahora lo ves a través de una pantalla

Si algo se le puede reprochar a la tecnología es que a veces le otorgamos un papel más relevante que al viaje mismo. Le damos la espalda al paisaje para que sea nuestro fondo en la selfie; en vez de disfrutar una nueva comida, la dejamos enfriar para subir su imagen a Instagram; apenas estamos esperando nuestro avión en el aeropuerto, cuando ya publicamos a dónde vamos y se nos va el trayecto contando cuántas personas nos desearon buen viaje. En vez de vivir la experiencia de viajar, contemplamos a través de una pantalla cómo nos vemos viajando.

En balance, la tecnología ha transformado de manera positiva nuestra forma de viajar, aunque a veces exista el riesgo que se apodere del viaje mismo. Aprovecha todas las herramientas de Office 365 y crea un equilibrio entre un viaje actual y uno de hace décadas.