Las nuevas vacunas contra el coronavirus tienen ahora una versión para niños. Las compañías farmacéuticas que inoculan a los adultos están reclutando e inyectando a miles de niños menores de 18 años en varios países, incluida España, y quieren probar tanto su seguridad como su eficacia administrando diferentes dosis o patrones.

Aunque el CoV2 del SARS no se ha dirigido específicamente a los más pequeños, el riesgo de dejarlos fuera podría poner en peligro a todo el mundo: no sólo su salud personal, sino también la de otras personas de su entorno, que podrían convertirse en reservorios a partir de los cuales el virus volvería a atacar