El gobierno peruano ha ido escalando su malestar con México en las últimas semanas, que estalló este martes con la expulsión del embajador Pablo Monroy.

El canciller mexicano anunció que la embajada había dado asilo a la familia de Pedro Castillo, el presidente destituido y encarcelado tras haber disuelto el Congreso.

El presidente Andrés Manuel López Obrador elogió los esfuerzos diplomáticos de Monroy para repatriar a decenas de compatriotas atrapados en la crisis de Perú.

Dina Boluarte, presidenta peruana, llamó a consultas a los embajadores de cuatro naciones que apoyan a Castillo (Argentina, Colombia, Bolivia y México).

Las relaciones más tensas se han dado con México debido a que el presidenteCastillo intentó llegar a su embajada para refugiarse tras su fallido discurso de autogolpe de Estado.

Lilia Paredes (esposa de Castillo) y sus dos hijos han obtenido salvoconductos del gobierno peruano después de que México les concediera asilo.