El secretario mexicano de Comunicaciones y Transportes (SCT), Javier Jiménez Espriú, ha dimitido este jueves, a una semana de que el presidente, Andrés Manuel López Obrador, entregara a los militares el control de las aduanas y los puertos, estos a cargo de las tareas civiles de la SCT. En el año y medio en el cargo, el funcionario pilotó el programa de caminos rurales y la modernización del Aeropuerto Internacional de la Ciudad de México. Sin embargo, había quedado fuera de otros dos proyectos emblemáticos de la Administración: el Tren Maya, entregado al Fondo Nacional de Fomento al Turismo (Fonatur), y el nuevo aeropuerto de Santa Lucía, encomendado también al Ejército. Tras varios días de rumores, el presidente ha reconocido en un mensaje que la salida se debe a una falta de acuerdo por la militarización de las terminales portuarias. “Tuvimos un diferendo que solo se da entre hombres libres”, ha dicho el mandatario.

El presidente había pedido “paciencia” antes de dar a conocer la salida de Jiménez Espriú, que se había barajado desde el viernes de la semana pasada. Tras el anuncio oficial, López Obrador ha adelantado que el nuevo titular de Comunicaciones y Transportes será Jorge Arganis Díaz Leal, un ingeniero y profesor de la Universidad Nacional Autónoma de México, la misma casa de estudios de Jiménez Espriú. El nuevo secretario también tiene 20 años de experiencia en Grupo ICA, uno de los principales conglomerados de obras públicas de México.

López Obrador justificó la decisión de conceder a las Fuerzas Armadas las tareas de vigilancia de los puertos por el incremento de la llegada de precursores para fabricar fentanilo desde China. Manzanillo, el principal puerto comercial en el Pacífico mexicano, se ha convertido en un punto clave en el tráfico de esta sustancia hacia Estados Unidos. “Vamos a limpiar los puertos y las aduanas en el país”, declaró el viernes desde el lugar. Más allá de las tareas de seguridad pública, el mandatario ha recurrido a los militares para una variedad de proyectos, desde limpiar las playas de sargazo a cultivar árboles para el programa Sembrando Vida. La decisión de militarizar los puertos, se dejaba a entrever en el anuncio de López Obrador, no fue comunicada previamente con la cartera de Comunicaciones y Transportes, la encargada de la administración portuaria.

El ahora exsecretario estuvo en el centro de una de las decisiones más polémicas del presidente, la cancelación del nuevo aeropuerto de Texcoco, pese a llevar un 30% de avance. López Obrador consideraba el proyecto un ejemplo de la corrupción durante el Gobierno de Enrique Peña Nieto, su predecesor, y organizó una consulta ciudadana para refrendar su postura. Unos meses después, en julio de 2019, Jiménez Espriú aseguró que el proyecto no se había cancelado por la corrupción sino por causas de “índole técnicas y financieras”, como el sobrecosto millonario de la obra.