Lady Bird es sin duda, uno de los principales contendientes a los premios esta temporada, y es probable que termine con una nominación a la Mejor Película cuando todo esté dicho y hecho este 23 de enero. La verdadera pregunta es si la Academia de las Artes y las Ciencias Cinematográficas será lo suficientemente inteligente como para darle a Greta Gerwig una nominación a Mejor Director para los Oscar el 4 de marzo o si será ignorada como en la mayoría de las premiaciones.

Nathalie Portman lo dejó muy claro cuando en los globos de oro decidió decir “y los nominados hombres son” pues no existió una razón para que Gerwig quedara por fuera, y el Directors Guild of America es el único gran premio que reconoce su talento con una nominación. Pero si hay alguna duda de que Gerwig debería incluirse entre otros candidatos probables como Guillermo del Toro y Christopher Nolan, un nuevo largometraje de Lady Bird que se centra en lo que trajo a la mesa como directora debería cambiar la opinión de cualquiera.

A pesar de que Greta Gerwig no estaba supervisando los setpieces masivos y cientos de extras, ella todavía era una parte integral de hacer que esta película cobrara vida. Obtener interpretaciones auténticas y emocionales de los actores en un ambiente tan íntimo y tranquilo puede ser igual de difícil, si no más, que asegurarse de que una pieza gigante se coordine y se ejecute correctamente. Gerwig indudablemente merece un asiento en la mesa de Mejor Director este año.

https://youtu.be/cNi_HC839Wo