Como si se tratara de su regreso a casa, recibimos de nueva cuenta a Pennywise. Nos vemos obligados a hacerlo, ya que han pasado exactamente 27 años de la primera adaptación de la novela de Stephen King. ¿Qué tiene de raro? En la novela se indica que cada 27 años “Eso” viene a la Tierra a aterrorizar niños y a causar que sus pesadillas parezcan el lugar más seguro luego de haberlo visto frente a frente.

¿Coincidencia o un elaborado plan de los realizadores?

Sea lo que sea, estamos dispuestos a recibir al payaso más aterrador con los brazos abiertos, porque, aceptémoslo, es una especie de masoquismo y nos encanta sufrir al verlo. Aunque nos asusta, no podemos dejar de pensar en él como un placer para los sentidos. Tenemos la necesidad de ver a un hombre disfrazado y con maquillaje que juegue con globos llenos de sangre; que salga de una coladera en medio de las regaderas de la escuela o que se aparezca en una alcantarilla en una tarde lluviosa. Pennywise nos tiene atemorizados, pero al mismo tiempo nos hace liberar adrenalina y quizá uno que otro grito de desahogo.

Él y otros factores son los responsables de que algunos tengan un temor irracional hacia los payasos, llamado coulrofobia, dándole origen a muchas otras películas protagonizadas por estos personajes. De hecho, la fascinación por los individuos maquillados y violentos ha hecho que los profesionales que se dedican a entretener a los niños se quejen de que su trabajo está en riesgo, ya que nadie quiere contratarlos porque son atemorizantes. Así que, si tu fobia a los payasos te lo permite, puedes juzgar todas estas cintas antes de volver a sufrir -y gozar- con la nueva adaptación de IT.

Al filo del terror (1989)

Como pasó con IT, esta película mexicana le provocó miedo a cientos de niños que la vieron cuando se estrenó. El argumento se basa en un artista del ventriloquismo quien, en su lucha de recuperar la gloria que alguna vez le perteneció, comienza a perder la cordura culpando a su muñecos, mismos que cobran vida y hablan con su hija, a quien obliga a vestirse de payaso y con ello darle más veracidad y originalidad a su show para poder renacer como artista. A pesar de su buen setting, la película cae en lo absurdo y en la falta de lógica. Aun así, no hay niño que la haya visto sin tener una sola pesadilla. En la actualidad, aunque con risas, seguramente lo creepy te quitará al menos una hora de sueño. Desafortunadamente, no hay un trailer.

Nivel de miedo: * * *

100 tears (2007)

La crítica le llamó «mala», no obstante, es una de las mejores que se han hecho en cuanto al terror se refiere, ya que es difícil lograr una cinta llena de efectos que hagan que una persona se paralice de miedo. Quizá no está bien actuada y tiene fallas en la dirección, pero es también una forma de ironizar al cine de terror y de mostrar que el gore no tiene que ser precisamente explícito; la verdadera esencia de este género es la sorpresa, misma que cumple su objetivo con un toque de slasher. Si sólo esperas sorpresas (semi)sangrientas, ésta es la opción ideal.

Nivel de miedo: * *

Clown (2014)

Imagina que en aquella fiesta de cumpleaños en la que tus padres te prometieron un payaso terminara en tragedia, con tu papá enfundado en un traje de clown haciendo el mal y provocando miedo. Este es el argumento del filme en el que un padre amoroso suplanta a un payaso ausente y, de pronto, dicho atuendo se le queda pegado al cuerpo, cambiando su comportamiento. Si algo sobresale de esta película producida por Eli Roth es el maquillaje del payaso, que comienza por ser gracioso y termina ocasionando miedo en el espectador.

Nivel de miedo: * *

31 (2016)

La película del punto anterior fue exhibida como «del maestro del terror Eli Roth»; no obstante, aunque es un buen creativo, nadie como Rob Zombie para tener ese mote, ya que no sólo infunde el terror en su público desde los elementos mismos del género, sino con otros asuntos que resultan ser irreverentes, como un enano mexicano nazi, un payaso completamente enloquecido, entre otros. Esta es, hasta el momento, la película más brutal del músico, quien la realizó en sólo 20 días. Su carga terrorífica es tan alta que se presentó en Sundance 2016 recibiendo el elogio de la crítica y el público.

Nivel de miedo: * * *

Killer Klowns from Outer Space (1988)

Como si no bastara con mostrar una serie de payasos asesinos, Stephen Chiodo los presenta también como alienígenas, lo que ha hecho que este filme sea una mezcla de varios elementos de terror y peligro. Luego de descubrir que un meteorito ha caído cerca de casa -que no es más que una carpa de circo con cientos de luces y fuegos artificiales-, un grupo de amigos entran creyendo que no pasará nada; sin embargo, se topan con payasos tenebrosos que vienen del espacio. Aunque en su momento fue rechazada y la tacharon de mala, no pasó mucho tiempo para que se convirtiera en una película de culto.

Nivel de miedo: * * *

Gacy (2003)

No hay mejor manera de presentar una película que asegurando que su argumento proviene de una historia real. Este filme se basa en la vida criminal de John Wayne Gacy, quien disfrazado de payaso, se atrevió a matar a decenas de niños y adultos, cuyos cuerpos enterraba debajo de su casa. Esta es sin duda una de las mejores películas sobre payasos porque, aunque no retrata el terror y el miedo como tal, es una película sobre un psicópata que causa temor de manera diferente.

Nivel de miedo: * * * *

Stitches (2012)

Al estilo Nightmare on Elm Street, un payaso asesina niños por venganza. Éste ha vuelto de entre lo muertos únicamente para quitarles la vida y así poder descansar, ya que ningún payaso puede hacerlo si no ha terminado con su show y el suyo fue interrumpido por los pequeños. Más allá de asustar por los poderes sobrenaturales que se muestran en el filme; destaca la agresividad con la que se maneja el protagonista para matar a sus víctimas y comérselos aún estando vivos.

Nivel de miedo: * * *

Killjoy (2000)

A pesar de tener un bajo presupuesto y una historia bastante convencional, Killjoy se queda en el intento por asustar y condenar; sin embargo, inspiró cuatro secuelas aún peores. La razón para incluirla es que la música es tan mala que perturba. Se escucha en cada uno de los momentos una melodía que pareciera no tener nada que ver con la trama, pero funciona al grado de causar temor. Lo terrible de la producción es también un punto, puesto que se vuelve bastante entretenida para un domingo de sustos y terror.

Nivel de miedo: * *

Clownhouse (1989)

Este filme explota la idea de la incógnita. No saber quién está detrás del disfraz es uno de los temas más psicóticos de la historia del cine. Haciendo alusión al concepto que dice que los manicomios son casas parecidas a un circo, cuatro enfermos mentales se escapan de él y comienzan a asesinar personas. Para hacerlo más aterrador, se disfrazan de payasos y matan a todo aquel que se cruza en su camino. Las escenas se muestran con ternura y diversión, propios de un payaso (antes de IT, probablemente) lo que hace aun más terrorífica la idea de los payasos asesinos.

Nivel de miedo: * * *

Balada triste de trompeta (2010)

Los triángulos amorosos existen en cualquier lugar y el circo no es la excepción. Una acróbata debe decidir entre dos amores, un payaso triste y uno feliz. En el proceso, los personajes sufren de violencia extrema, hay sangre y agresión desmesurada. Más que una película de terror, es un thriller psicológico que profundiza en cómo hace una persona para huir de sí misma. Entre venganza, amor y masoquismo, esta historia llena de alegres (y violentos) payasos logra perturbar hasta los huesos.

Nivel de miedo: * * * *

Tim Curry logró generarnos pesadillas luego de haberse inmiscuido en su papel de Pennywise al grado de no quererse quitar el disfraz hasta que era hora de ir a casa. El actor sembró el miedo en los niños que participaron en la cinta para que estos pudieran representar mucho mejor los momentos de terror. Aun con ello, la crítica le ha dado mucho más valor al trabajo de Bill Skarsgard –el nuevo Eso– quien parece ser mucho más aterrador y violento

¿Cuál es tu payaso favorito, o acaso le temes a todos? Da igual, de cualquier forma…

«Todos flotan».