Hace dos años, en la conferencia de desarrolladores de Facebook del 2016, el Mark Zuckerberg pronunció una palabra que hizo que muchas miradas de todo el mundo giraran la cabeza en su dirección: “Chatbot”.
¿Qué es un Chatbot? Un chatbot es un programa informático capaz de mantener una conversación con un ser humano utilizando lenguaje natural. Es decir, un software que permite que una empresa responda de forma automática a una consulta de un cliente.
En ese entonces, Víctor Jimeno y Ángel Hernández, dos emprendedores españoles que ya eran socios en otros proyectos del sector tecnológico, prestaron mucha atención a las palabras del fundador de Facebook y en menos de un año generaron “Chatbot Chocolate”, una de las primeras agencias españolas especializadas en conceptualización, diseño y desarrollo de chatbots para empresas.
Las habilidades de estos robots chateadores les permiten reconocer a los usuarios que se dirigen a ellos, interpretar el motivo o la intención de una conversación y comunicarse simultáneamente con un número ilimitado de personas.
Otras ventajas del sistema son su inmediatez, su disponibilidad (24 horas, siete días a la semana) y que pueden integrarse fácilmente en las principales aplicaciones de mensajería instantánea y en otras plataformas.
Una de las aplicaciones prácticas de esta tecnología es la atención al cliente. Por ejemplo, para responder a las típicas “preguntas frecuentes” que numerosas empresas proporcionan como información básica para sus clientes. Normalmente estas preguntas y respuestas se encuentran alojadas en la página web de la compañía, lo que obliga al usuario a navegar, localizarlas y leerlas una a una hasta encontrar aquella que le interesa. Pero los consumidores son perezosos.
Eso sí, los creadores de Chatbot Chocolate advierten: los bots no son siempre la mejor solución. “Solo vale la pena invertir en ellos cuando existe un volumen de operaciones que haga que tenga sentido esa automatización”.