Colombia es un país con muchas complejidades. La amenaza de los narcotraficantes y otros criminales ha estado presente durante décadas, pero sólo recientemente esta realidad ha salido a la luz con algunas ciudades importantes pidiendo a su población que se quedara en casa mientras esperaban una tormenta que se acercaba durante el conflicto armado entre grupos paramilitares rivales.
La celebración de una boda se convirtió en un caos violento en Montería cuando los fuegos artificiales estallaron en las calles del centro de la ciudad el sábado por la noche, un ejemplo entre otros innumerables de cómo la sociedad colombiana funciona en dos niveles diferentes a la vez.