“La forma del agua”, un cuento de hadas moderno contado al más puro estilo de Guillermo del Toro, recibió 13 nominaciones a los Óscar y su director no podría estar más feliz. Del Toro, quien dirigió antes la aclamada “El laberinto del fauno”, habló de su amado proyecto en IndieWire y reveló jugosos detalles de la cinta. 

“La forma del agua” es única, una película diferente a todo lo demás que anda dando vueltas por el universo cinematográfico, y lo que la hace destacar, es la clara estampa de Guillermo del Toro en ella. En el largometraje, el director cuenta la historia de una mujer muda que trabaja como conserje en un laboratorio del gobierno, y que se enamora del experimento secreto, un hombre anfibio. 

La cinta cuenta una historia humana en un código de fantasía, que a su vez hace homenaje a la  época dorada de Hollywood. Cada uno de sus detalles fue pensado rigurosamente por el director, incluso en la rutina diaria de Elisa. 

 

“Quería mostrar como ella sueña con agua, usa agua para hervir sus huevos y después va y se mete en el agua y se masturba, limpia sus zapatos, y se va a trabajar. Una rutina perfectamente aceptable para cualquier estándar“, dijo del Toro riéndose para sus adentros.

 

Pero del Toro no incluyó la escena de Elisa masturbándose para hacerse el simpático ni para hacernos reír con su atrevido sentido del humor. El director tuvo una razón de fondo mucho más fuerte e importante. Quería mostrar la sexualidad femenina como algo natural, algo que rara vez se hace en pantalla:

“Estamos acostumbrados a nunca representar la sexualidad femenina o a representarla en una forma embellecida y artificial. Creo que la mayoría de la sexualidad en la película no está embellecida. Incluyendo el momento en el que ellos se juntan, el hombre anfibio y ella, está hecho de una manera muy humana y natural. Realmente todo era acerca de hacer que la audiencia se enamorara de la criatura poco a poco”.
 

Parece genial que del Toro reconozca esta falla en el mundo cinematográfico y que haga algo al respecto de una forma elegante y sofisticada pero a su vez cotidiana.