PEMEX tiene una deuda de más de 100,000 millones de dólares que está lejos de ser disipada. A eso se suma que la producción de petróleo de México cayó un 7% en 2019 hasta situarse en un promedio de 1.6 millones de barriles diarios, el nivel más bajo desde finales de los años 70, según datos dados a conocer este martes por la Comisión Nacional de Hidrocarburos (CNH), el órgano regulador del sector. El mal resultado aleja aún más la perspectiva de cumplir con los 2.4 millones de barriles diarios que la Administración del presidente Andrés Manuel López Obrador se había puesto como meta para el final del sexenio en 2024.

Andrés Manuel López Obrador ha hecho del “rescate” de Pemex una de sus banderas, al prometer devolverla a su época dorada con mayores niveles de inversión y ambiciosas metas de producción. Ese empeño aún no se ha traducido en barriles. La CNH informó a principios de mes de retrasos en la perforación de los pozos y en el gasto del presupuesto asignado. De 28 pozos programados para perforarse el año pasado solo se penetraron tres. Y, si bien la producción tuvo un repunte en diciembre al superar los 1.7 millones de barriles diarios, este no ha sido suficiente para compensar la caída que arrastraba de los meses anteriores.

Los malos resultados se dan dos semanas después de que López Obrador dijera públicamente que en 2020 no iba a haber rondas petroleras ante lo que considera es una falta de inversión de parte de la iniciativa privada. Este sistema de subastas de áreas de exploración a empresas mexicanas e internacionales fue uno de los principales elementos de la reforma energética emprendida por la Administración de Enrique Peña Nieto, del PRI, que abrió el sector al sector privado. López Obrador considera que esa reforma abona al debilitamiento de Pemex.