Desde el inicio de la pandemia, muchos países reportaron un gran porcentaje de asintomáticos, es decir una porción de la población que no presentaba ningún síntoma pero que era testeado y daba positivo para el virus del COVID-19. Que los asintomáticos sean capaces de transmitir el nuevo coronavirus fue uno de los motivos principales por el que se remarcó la importancia de distintas medidas como el aislamiento social y el uso de tapabocas en el mundo.

El asintomático, que está infectado pero no sufre ninguna de las dolencias asociadas con el virus, como la fiebre, la tos o el dolor de cuerpo, hace que sea difícil controlar la cadena de contagios. El test a ese sector, a gran escala, sería una solución transitoria mientras continúa la búsqueda de la vacuna.

En abril, China reportó que cuatro quintos de los casos son asintomáticos, tras informar en ese momento 1.367 casos asintomáticos de coronavirus que no manifestaban fiebre ni tos características de la COVID-19.