Con tantas opciones —y con tan pocos vínculos significativos—, no es raro que la búsqueda de amor en Tinder y en otras aplicaciones similares pase a ser desmoralizante.

Deslizamos el dedo de forma indiscriminada, perdiendo buenos matches posibles sólo porque las fotos eran del montón o su perfil no incluía las palabras adecuadas. Esos juicios rápidos suelen continuar cuando conocemos a alguien en persona; varias investigaciones sugieren que el hecho de juzgar a una persona por adelantado la hace menos atractiva cuando el encuentro se produce en la vida real.

La coach y asesora de imagen Neely Steinberg afirma que muchos de sus clientes le hablan de una sensación de agotamiento o colapso producida por las apps de ligar.

«Aunque conozcas a alguien genial, puede surgir una voz en tu cabeza que diga: ‘Bueno, quizás hay alguien mejor», comenta. «Así es difícil concentrarse en la persona que tienes delante, que podría ser una buena pareja».

Si sientes esa misma indiferencia con tus matches, quizás necesitas salir durante un tiempo de Tinder. Estos son los cinco signos que, según Steinberg y otros expertos en citas, indican que necesitas una (breve) desconexión.

1. No quieres buscar citas online, pero no dejas de repetirte que o lo haces o nunca conocerás a nadie.

Una actitud prudentemente optimista no te va a llevar a ningún sitio en este caso. Y buscar una pareja nunca debería ser para ti como un trabajo a tiempo parcial, apunta Alysha Jeney, terapeuta y presidenta de Modern Love Counseling.

«Es mala señal si no sabes por qué recurres a las citas online como primera opción», advierte. «Sé que algunos de mis clientes se sienten agotados ante la idea de las citas por internet e incluso pierden la motivación de quedar con posibles candidatos».

Si te sientes abrumado, adopta un enfoque más moderado. Apaga las notificaciones, plantéate la idea de limitarte a alguna aplicación con la que hayas tenido éxito o date un tiempo una vez a la semana en el que reflexiones con la mente bien abierta.

2. Miras Tinder después de ―o peor, durante― tus citas.

Definitivamente, tienes que parar si miras tu Tinder en secreto cada vez que tu cita se levanta para ir al baño, señala Lori Zaslow, cofundadora de Project Soulmate.

«No te insensibilices cuando conozcas a gente nueva», plantea. «No podrás crear una conexión real con alguien si metes a todas tus citas en el mismo saco. Si estás todo el rato entrando a Tinder, es muy difícil construir una conexión sólida o dar a alguien otra oportunidad».

3. Fijas varias citas en un mismo día.

Claramente tienes que dejarlo (de forma temporal) si vas amontonando una quedada tras otra o si, por error, quedas con dos personas al mismo tiempo, sostiene Steinberg. (No seas como ese tío de Washington que se hizo viral a principios de año cuando quedó con seis mujeres en una misma noche y lo pillaron).

«Me parece bien lo de quedar con varias personas, pero todo a su debido tiempo; quizá con un par de citas a la semana está bien», sugiere. «Tienes que dar a cada persona una oportunidad, no salir de forma compulsiva sin reflexionar sobre esas experiencias».

Si quedas con gente a lo loco es más probable que todo acabe en aburrimiento más que en romance, recuerda Steinberg.

«Llega un punto en que, en vez de tratar de conocer bien a alguien interesante, estás más centrado en ver quién es el siguiente match«, comenta. «A mis clientes les digo que sean más constantes durante el proceso de citas —por ejemplo, quedando a lo largo de varios meses con los mismos chicos— en lugar de quedar con un montón de hombres durante un par de semanas, para luego aburrirse y volver a la sequía los siguientes meses».

4. Te sientes un poco más resentido después de cada ligue.

Llega un punto en que notas tan poca química con los desconocidos con los que sales que empiezas a sentir rencor hacia ellos por todo el tiempo, el dinero y la energía que has gastado con ellos. Para cortar de raíz esta negatividad, la experta Fay Goldmansugiere dejar por un tiempo las apps.

«Mis clientes suelen decir que les parece que la gente que recurre a estas aplicaciones no busca una relación de verdad, que simplemente buscan ligues de una noche o sólo quieren jugar», cuenta. «A veces, intercambian un montón de mensajes y luego ni siquiera quedan en persona».

5. Rechazas a la gente de forma indiscriminada.

Párate un poco en cada perfil. Si vas deslizando tu dedo alegremente a la izquierda sin pensar, quizá no te das cuenta de que esa persona menciona algo con lo que tú encajas perfectamente. Es incluso peor si vas a la derecha sin mirar; puede que haya líneas rojas en su biografía de las que no te has percatado porque estabas demasiado distraído con su selfi sin camiseta.

«Plantéate salir de Tinder si empiezas a dar a la derecha sólo para conseguir matches«, aconseja Zaslow. «No rebajes tus estándares por alguien sólo por lograr un match o una posible cita».

¿Y qué tienes que hacer si te resultan familiares algunos de estos puntos (o todos)?

Es simple. Date un tiempo fuera de Tinder y trata de quedar con alguien a la antigua usanza: cara a cara, como seguramente hicieron tus padres. Si te parece intimidante, Zaslow recomienda socializar sin la expectativa de que llegue a convertirse en romance.

«Ve a todas las fiestas o reuniones a las que te inviten, planea quedadas pequeñas, apúntate a algún club y habla con la gente de la cafetería, la tienda o el gimnasio al que sueles ir», propone. «Quítate los cascos, mantén la cabeza alta y ten confianza a la hora de acercarte y conocer a gente nueva en el día a día».

Si te sientes realmente agotado por tus experiencias con estas aplicaciones, no descartes una desconexión completa de las mismas, para que te centres sólo en ti mismo.

«Hacer una breve pausa y empezar de cero puede ser lo mejor para una persona soltera», comenta Zaslow. «Concéntrate en lo que te hace feliz y deja de preocuparte por planear tu vida en torno a los ligues».

¿Y cuál es la mayor ventaja de todo esto? Serás más optimista y harás frente al mundo de las citas con una energía más positiva. «Te sorprenderá hasta qué punto una mejor actitud y una sonrisa dan lugar a unas citas mejores y más exitosas», resume Zaslow.

 

 

Fuente.