Cuando la pandemia de coronavirus afectó a México, cada vez más personas recurrieron a los fármacos como mecanismo de supervivencia. La industria farmacéutica se dio cuenta de que en el plazo de un año de esta crisis hubo un crecimiento de dos dígitos para los ansiolíticos o antidepresivos entre los consumidores mexicanos, lo que es un indicio de que están utilizando estos medicamentos en gran medida.

Esto se debe no sólo a que todos son propensos a infectarse por el coronavirus, sino también a lo que está ocurriendo socialmente: ¡parece que todo el mundo se siente estresado!