El martes por la mañana, el canciller mexicano Marcelo Ebrard anunció que el gobierno de México había concedido asilo político a la familia del ex presidente peruano Pedro Castillo en la embajada del país en Lima.

Castillo es un ex gobernante izquierdista que llegó al poder a mediados del año pasado y actualmente se encuentra detenido en la capital peruana tras ser destituido por el Congreso por intentar disolverlo ilegalmente y reorganizar el poder judicial.

El ex presidente había pedido asilo en la embajada de México poco después de anunciar que cerraría el parlamento, pero fue detenido por la policía y actualmente cumple una prisión preventiva de 18 meses mientras se le investiga por «rebelión y conspiración».

Ebrard no precisó cuántas personas del entorno de Castillo fueron recibidas en la legación diplomática, pero dijo que «ya se les otorgó asilo porque están en territorio mexicano».

El gobierno mexicano ha apoyado a Castillo incluso antes de la crisis política, lo que llevó a la nueva presidenta peruana, Dina Boluarte, a llamar a consultas a su embajador en México.