La decisión del jueves de la Corte Suprema de los Estados Unidos es una gran victoria para el presidente Trump y su administración, que querían que los solicitantes de asilo esperaran en México mientras esperaban las audiencias sobre sus apelaciones de las órdenes de deportación de los tribunales estadounidenses; sin embargo, el fallo del jueves significa que los que no tienen representación legal ahora podrán esperar estos asuntos dentro de nuestras fronteras, lo que ha sido ampliamente opuesto por muchos, incluyendo abogados en todo Estados Unidos.