Definitivamente Christopher Nolan va a conseguir que la gente vuelva a los cines. Desde que comenzara la crisis del COVID-19 y gran parte de los estrenos fueran aplazados a causa de la clausura de las salas, Tenet era una de las pocas películas en mantener su fecha de lanzamiento, convirtiéndose a lo largo de estos meses en la punta de lanza para que la industria se encaminara oficialmente a la (nueva) normalidad.

Pero claro, no es tan sencillo. Hace algunas semanas sabíamos que Warner Bros. necesitaba tener el 80% de los cines abiertos alrededor del mundo para que la película fuera rentable, y eso sin contar que las precauciones contra el coronavirus exigen que las salas sean ocupadas muy por debajo de su capacidad. Dudas que han impulsado a un retraso en su fecha de estreno (para el 31 de julio), y que, según recoge The New York Times, siguen atormentando a sus directivos.

Tenet ha costado 200 millones de dólares, una cantidad de dinero elevada, por lo que parece que Warner está considerando volver a posponer su llegada a los cines ante el temor de no cubrir la inversión por no haber suficientes salas abiertas. Según NY Times, el estudio quiere, por tanto, aplazar el estreno hasta estar seguro, pero al mismo tiempo es consciente de lo beneficioso a efectos de marca que sería que Tenet trajera a los espectadores de vuelta a las salas tras varios meses confinados.

Sobre todo, estas consideraciones chocan con la resolución de Nolan, que ha asimilado esta misión salvífica y está empeñado en que sea su última película el primer gran éxito de público tras la cuarentena. El que Nolan sea uno de los grandes activos del estudio, tanto en cuestión de prestigio como de taquilla, no le pone las cosas fáciles a Warner a la hora de tomar una decisión, y por el momento la fecha de Tenet sigue intacta.