El pasado miércoles, el huracán Ian tocó tierra en Florida como una tormenta de categoría 4. El fenómeno natural había causado grandes estragos en la isla de Cuba.
Cuando los fuertes vientos amainaron y se realizó una primera evaluación de los daños, las autoridades estatales tomaron buena nota. Se descubrió que 21 personas habían perdido la vida como resultado de este desastre natural.
El poderoso huracán dejó una impresión duradera en quienes sobrevivieron a él. Los expertos dicen que se registraron olas de hasta 5 metros de altura, así como lluvias torrenciales y mareas de tempestad de entre 3 y 5 metros. Los vientos más fuertes se estimaron en 240 kilómetros por hora