Entender el arte contemporáneo es a veces una tarea complicada incluso para los mayores conocedores de esta materia. En los últimos tres siglos el arte no ha dejado de renovar su significado debido a artistas “rebeldes” que se oponían al establishment de su época o dicho de otro modo, rompieron las reglas.Uno de los mejores ejemplos de esta rebeldía fue el comienzo de un movimiento conocido como readymade con Marcel Duchamp y su urinario bajo el titulo de Fuente.
Así, en 1917 –igual que los impresionistas lucharon contra las normas clasicistas impuestas por la Academia de Francia durante el siglo XIX– un grupo de intelectuales librepensadores impulsó la Exposición de los Independientes en Nueva York. El objetivo era alejarse de la actitud conservadora que para ellos tenía la Academia Nacional de Diseño. Para participar sólo se pedía un dólar por adherirse en la Sociedad de Artistas Independientes y cinco dólares por cada obra expuesta. En principio parecía no haber ningún requisito con respecto a las obras inscritas hasta que un urinario les mostró que hasta ellos ponían límites al arte.
Marcel Duchamp –al cual vemos en la imagen de abajo– era uno de los directores de la Sociedad y tenía también su propia concepción de arte. Para él, dicho término no recaía en la técnica utilizada ni mucho menos en el material, sino en la idea del artista. Con ello, presentó a la junta directiva de la Sociedad de Artistas Independientes un urinario firmado con el seudónimo R. Mutt y con los seis dólares correspondientes. Dicha obra, titulada Fuente , se desechó considerándose una simple broma pero era algo más que eso: una prueba.
Finalmente el urinario desapareció pero quedó lo más importante, la idea. Duchamp es uno de los grandes culpables de que hayamos pasado de ver cuadros y esculturas como arte a que hasta el mismo artista se convierta en el medio con el que se transmite su pensamiento –lo que es conocido actualmente como performance–. De ese modo el artista pasó de ser un creador de estética a un filósofo y el debate sobre qué merece ser llamado obra de arte comenzó.