Jan, el hijo del cantante Antonio Orozco el cual solo tiene 12 años pero viene pisando fuerte.

Su juventud es lo de menos, es un virtuoso en múltiples disciplinas; compone sus propias canciones, dibuja y diseña las carátulas que acompañan a sus singles, canta rap en inglés como si se hubiese criado en el Bronx, es DJ, toca el piano, la guitarra y sus baquetas le acompañan a todos lados porque, sí, el pequeño también toca la batería.

Por si fuera poco, «tras cinco años estudiando cine», como explicaba él mismo, ha conseguido dar sus primeros pasos en el mundo de la interpretación y ya ha rodado un cortometraje.

Le hemos visto crecer gracias a los divertidos momentos que su padre ha compartido junto a él en sus redes sociales. Pero Jan tiene tanta personalidad que ya cuenta con su propio perfil de Instagram: @jan_o_oficial.

Comenzaba su andadura con un vídeo cantando un rap y con un texto en español y en inglés. Con un «Estoy nervioso por poder compartir este primer vídeo con todos vosotros, espero de todo corazón que os guste mmuuuuucho» se presentaba en el cibermundo.

https://www.youtube.com/watch?v=wmhiRzGX5yE

En solo diez meses y con apenas 33 publicaciones seguro que muchos artistas e influencers envidian su tirón mediático. Tiene la nada despreciable cifra de 59.000 seguidores y sus vídeos son comentados por Alejandro Sanz, que cariñosamente se refiere a Jan como «Atila», Pablo López, Ana Guerra y Alfred García, entre otros famosos, que recientemente le proponía una oferta de trabajo como batería en sus conciertos.

¿Y qué decir de su orgulloso padre? Pues que se le cae la baba como él mismo reconoce con sus famosos hashtag #babeando y #enamorao. Ya es un clásico también #ElNiñoesMio, pequeña y divertida aclaración por si quedaba alguna duda de que Jan es hijo suyo. Y es que el niño es la viva imagen de su madre. Ver a Jan es ver a Susana Prat, que falleció en 2017 a los 41 años, víctima de un cáncer. Padre e hijo sufrieron el golpe más duro de sus vidas. Desde entonces todo su mundo cambió pero han sabido hacerse fuertes frente a la adversidad.