Sin duda Darth Vader se estableció como uno de los principales villanos de la cultura popular no sólo por su mera presencia, amenaza y poder, sino por proporcionar uno de los mayores giros en la historia del cine: «No, yo soy tu padre». La revelación sobre la oscura paternidad de Luke Skywalker sorprendió a los fans hace décadas en El Imperio Contraataca, pero lo que muchos nunca consideraron fue el impacto que causó en el propio Vader. Darth Vader transmitió el momento crucial, y no podría haber un mensajero más genial para dar la noticia que Boba Fett.

El momento ocurre después de los acontecimientos de A New Hope, cuando Vader se somete a una investigación para identificar al piloto sensible a la Fuerza responsable de la destrucción de la Estrella de la Muerte. Boba Fett demuestra ser un candidato natural para tal tarea, con la relación entre el Lord Sith y el cazarrecompensas señalada vagamente en los eventos de Empire Strikes Back aún por venir. Esta es una de las tareas pasadas que forman la historia de Boba y Vader, y mientras el cómic se desarrolla los lectores se preparan para un enfrentamiento culminante entre el cazarrecompensas y Luke.

Sólo para que Luke saliera torpemente del encuentro de vida o muerte mientras estaba ciego y con la ayuda de R2D2. Socavando la reputación de Boba como el mejor cazarrecompensas de la galaxia, están sus intentos casi bufonescos de aprehender a los Jedis en entrenamiento, ya que comienza fuerte con un destello que le roba a Luke su capacidad de ver, pero parece amplificar la aparente debilidad de Boba contra oponentes ciegos. Cuando Boba regresa a Vader es con el rabo entre las piernas y con la noticia del nombre del piloto, pero tales noticias resultan bastante sorprendentes para el maestro del Lado Oscuro.

«Skywalker». Es todo lo que Vader necesita oír antes de despedir a Boba Fett, girando para mirar el panel de vidrio de su nave para mirar las estrellas en memoria. Los recuerdos de Vader lo llevan de vuelta a Padme Amidala informándole que estaba embarazada y a su nuevo maestro Palpatine diciéndole que Padme murió como resultado de su ira. Esa misma rabia burbujea dentro de Vader según lo recuerda, formando uno de los momentos más poderosamente emotivos de Star Wars. El cristal comienza a romperse. Cuando el holograma se va, Vader vuelve a ver las estrellas sólo para que crezcan las grietas del cristal y se promete a sí mismo volver a reunirse con su hijo. Parte de lo que resulta tan sorprendente del momento es lo bien que informa los eventos que están por venir.