Los millennials tienen fama de ser apáticos y que no tienen claro lo que quieren de la vida, que solo quieren vivir el hoy y no ven por el futuro.

No son apáticos, son empáticos.

Sin embargo, estos últimos días hemos visto que lo que quieren de la vida es ayudar al prójimo.

Que no importa raza, género, estatus social, preferencia partidista o profesión, todos comparten el sentimiento de lo que significa ser humanos y querer un mundo mejor.

Tras el trágico sismo del 19 de septiembre han construido albergues para personas, para mascotas, centros de acopio y son brigadistas.

Son la generación organizada de la sociedad civil. Que tiene una enorme responsabilidad social y que no ha descansado hasta ver que todo México se levante. Son la generación de la sociedad civil organizada.

La generación, que con su enorme responsabilidad social, no ha descansado, ni lo hará hasta ver que México esté de pie.

Es la generación donde sobra ayuda y no falta entusiasmo.

Es la generación global que utiliza la tecnología y las redes sociales para acercar a nuestros amigos de todo el mundo para enseñarles de lo que está hecho México, y que invita a sus pares del otro lado del mundo a que se sumen mandando brigadistas y generando campañas de procuración de fondos. Están dispuestos a salir de su zona de confort, a abrir sus casas para los damnificados, abrir sus negocios y apoyar a los voluntarios con alimentos. Es la generación donde sobra ayuda y no falta entusiasmo.

Es la generación que si la sacuden, se levanta y lo hace siempre con un sentido de solidaridad.

Es la generación movida por la filantropía, la generación del presente, que no tiene fronteras geográficas y que sabe que unidos somos más, que juntos levantaremos a nuestro querido México.

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