El polémico caso del preso transexual Karen White, antes conocido como Stephen Terence Wood, encarcelado temporalmente en una cárcel de mujeres donde abusó sexualmente de varias reclusas, ha provocado un gran revuelo social en Reino Unido y ha obligado a replantear la política del Ministerio de Justicia hacia los presos transgénero.

Karen White, de 52 años, en fase de transición, pero considerado legalmente como un hombre, ha sido finalmente condenado a cadena perpetua por dos casos de violación, otros dos de abusos sexuales y uno de agresión a mano armada.

La nueva sentencia la cumplirá en una cárcel para hombres. «Usted es un depredador, una persona altamente manipuladora y en definitiva un peligro», declaró el juez Christopher Batty antes de dictar sentencia (con un mínimo de nueve años y medio entre rejas).

Con peluca rubia y en silla de ruedas, en pleno tratamiento para la reasignación de sexo, White acató a duras penas la sentencia.

Cabe recordar que, en su vida como hombre, Stephen Terence Wood fue juzgado por primera vez por exposición indecente en un parque infantil en 1989. Doce años más tarde fue detenido y condenado a 18 meses de cárcel por intento de agresión sexual a dos niños de 12 años. En el 2003, mientras vivía en Manchester, violó a la mujer embarazada de un amigo, que testificó contra White en el nuevo juicio y aseguró que ha arrastrado problemas mentales durante 15 años por aquel incidente. En agosto de este año fue nuevamente detenido por agredir con un cuchillo de a un vecino en West Yorkshire.