Hasta el momento, las lluvias que se han producido en los últimos días -aunque desde junio comenzaron las épocas de precipitaciones- han provocado 141 personas muertas o desaparecidas, así como 28 mil viviendas dañadas y cerca de 38 millones de afectados en diversos grados.

Ahora mismo, China se encuentra en un periodo crítico de control de las inundaciones y «los comités del Partido Comunista y las autoridades a todos los niveles tienen que concentrarse en sus misiones con valentía».

Las inundaciones en el centro y el este de China ya dejaron 140 muertos o desaparecidos y amenazan ahora la metrópolis de Wuhan, donde el nuevo coronavirus fue detectado en diciembre.

La ciudad de 11 millones de habitantes forma parte de la lista de ciudades que están vigilantes frente a la subida de aguas del Yangtsé, el río más largo de China.

El nivel de agua del Yangtsé, que recorre más de 6 mil km, está alcanzando cotas preocupantes: llegó a su tercera marca más elevada de la historia en Wuhan, según un diario local.

Las fuertes lluvias han acabado con la vida de 141 personas y cerca de 30.000 hogares han sufrido severos daños. Para contener la crecida del río, cientos de trabajadores de emergencias han tenido que reforzar diques y excavar canalizaciones para evitar desbordamientos, pero el Yangtsé no es el único, más de 400 ríos han superado los niveles de alerta.